También los inten­tos de sustentar y hacer una arquitectura peruana de los arquitectos  Emilio Harth-Terré y Héctor Velarde, cada uno a su manera. Harth-Terré proyectando edificios neo-incas y neo-hispánicos hacia los años 30-40 (su propia casa sigue estas tendencias) en forma muy honesta desde el punto de vista de aquella época en la que el movimiento indigenista en el arte tuvo su apogeo.  Por su lado Héctor Velarde ironizó en serio con el pro­blema de una arquitectura peruana. Proyectó innumerables casas neo-coloniales con escudo de armas (muchos de estos escudos en casonas limeñas neo-coloniales llevan franjas de bastardía sin que sus dueños lo sepan).  Para el Arq. Velarde inicialmente el problema fue simple: el peruano es un mestizo, mezcla de indio con español, por tanto la arquitectura que le corres­ponde es una mezcla de arquitectura incaica y arquitectura  española. Sin embargo, más tarde   descubrió   que  el  problema  era  más complejo y lanzó -como siempre haciendo uso de la ironía y sarcasmo como instrumentos- sus tesis sobre lo que se podría denominar el pensamiento predominantemente barroco de los peruanos que nos da buenas líneas de explicación del por qué nos gusta el arroz chaufa y el tacu-tacu montado, por ejemplo, o  yendo a nuestro tema, los farolitos, rueditas, techitos con tejas, muranos, pisitos, ropitas para el teléfono, adornitos de fantasía, muebles modernos pero antiguos, jueguitos de té y otros utensilios que son frecuentes en  una casa-tipo-clase-media, según la clasificación del arquitecto venezola­no Fruto Vivas.  El arroz chaufa y el enjambre de adornitos y  pisitos se debe según el Arq. Velarde a una falta de presión atmosférica y al cielo limeño color panza de burro. Todo un lenguaje explicativo pero que requiere ser desmontado de su mordaz ironía. Valioso legado del Arq. Velarde.

Todas estas referencias a propósito de los dos proyectos ganadores men­cionados, quizá sólo sirven para formular una hipótesis de trabajo   en forma de preguntas: ¿se están presentando períodos cíclicos en la historia de la arquitectura peruana a tal punto que hoy en día estamos viviendo con particularidades propias un período neo-colonial y de alguna manera neo-inca? ¿se está encontrando un lenguaje arquitectónico más próximo a nuestras costumbres, formas de mentalidad y cultura? ¿la re valorización de lo autóctono en arquitectura es el correlato en este campo del auge del pensamiento sobre el problema de la identidad nacional y el mestizaje?

 

III. EL BLOQUE DE ARQUITECTOS MODERNIZANTES

De esta manera denominaron los arquitectos de formación académica, por tanto historicistas, con Harth-Terré a la cabeza, a los entonces jóvenes arquitectos y artistas peruanos que en Mayo de 1947 lanzaron la famoso EXPRESIÓN DE PRINCIPIOS DE LA AGRUPACIÓN ESPACIO.  Liderados por el Arq. Luis Miró Quesada Garland, estos "jóvenes arquitectos modernizantes" tomaron en aquella época la Facultad de Arquitectura, no sin antes criticar duramente en su Expresión de Principios a sus maestros  y predecesores, e iniciaron  una enseñanza de la arquitectura según los cánones de la escuela BAUHAUS, surgida en Alemania hacia 1920-21,   y que propugnaba una arquitectura universal para un hombre universal.

Varios de los arquitectos que firmaron el pronunciamiento de la Agrupa­ción Espacio, algunos de ellos estudiantes en ese entonces, estuvieron presentes en la Bienal. Entre ellos, los arquitectos Carlos Williams y Adolfo Córdova, quienes obtuvieron el primer premio en el Tema Vivien­da Multifamiliar, premio que compartieron con los arquitectos María Marzal y Oswaldo Núñez.  Su arquitectura, como se puede observar en el proyecto del Conjunto Residencial San Borja, mantiene el trazo   que sustentó y defendió el movimiento generado por la Agrupación Espacio, además trasluce una valoración a la función sobre otras variables.

El grueso de proyectos que se presentaron a la Bienal se encontraron den­tro de esta tendencia pues sus autores fueron alumnos en su mayoría, de estos arquitectos que iniciaron el movimiento moderno en la arquitectura peruana. La Agrupación Espacio aglutinó también a intelectuales y ar­tistas como Sebastián Salazar Bondy, Fernando de Szyslo, Jorge Eduardo Eilson, entre otros, quienes firmaron como adherentes el manifiesto de los arquitectos.  La parte moderna de nuestras más importantes ciudades, incluida Lima, llevan el sello y por qué no decirlo, el trazo de esta generación de arquitectos e intelectuales, que tuvieron como misión sentar  las bases para comenzar a crear arquitectura moderna en el Perú.