I. ACERCA DE LA CRÍTICA Y DE LA CRÍTICA DE LA CRÍTICA

La tarea de realizar una evaluación sobre un objeto arquitectónico se inscribe en lo que en otros países se denomina la crítica de la arquitectura, campo del quehacer artístico que en nuestro medio se mantiene prácticamente virgen.  Los críticos de arte locales - con renombre o que comienzan a  tenerlo - no integran la arquitectura a sus estudios y análisis ¿es acaso tan mala la arquitectura que se hace en nuestro medio que no amerita ser criticada, o son tan malos los críticos que no se dan cuenta que la arquitectura es también arte? Y no sólo arte en general, sino ARTE MAYOR, como se   dijo en los albores de la civilización y como se repitió a todo lo largo de     la historia del arte. O tal vez, simplemente lo que pasa es que todos se pu­sieron de acuerdo y dejaron la arquitectura para los arquitectos.  Tal   vez fue asÍ, pero hay que dejar constancia que los críticos están evadiendo   un inmenso paquete de problemas del tamaño de la ciudad y más grande aún: ¿cómo pueden pasar incólumes los críticos de arte ante una casa llena  de arcos, con farolito, rueda de carroza, techos inclinados de tejas, una in­mensa puerta de ingreso de madera tallada con un letrerito que dice Los Crucicifijos 321, Las Aldabas de Monterrico, además con un bar que es   prácti­camente una cabina de cohete espacial? ¿cómo pueden pasar sin decir nada los críticos de arte frente a un edificio al que le brotan volúmenes cúbicos por todas partes y en cada cubo todas las ventanas son redondas y en su in­terior se siente inmediatamente el frío de la soledad y la depresión? ¿acaso no ven los críticos a la arquitectura todos los días, y la ven más tiempo in­cluso que sus propias pinturas, esculturas y obras de arte?

Primera conclusión: La arquitectura en nuestro medio es un problema   casi exclusivo de los arquitectos, incluso en lo que respecta a escritos, artículos y trabajos de difusión periodísticos.  Un segundo hecho es que .si bien "La Historia Construye la Ciudad" (Arthur Korn) ¿qué ha pasado con nuestra historia? Las barriadas, El Porvenir, Las Casuarinas, San Borja, el centro de Lima, la Plaza San Francisco, el Palacio Torre Tagle, el Kiosko de periódicos de la esquina, el emolientero, los burdeles del Callao, el Real Felipe, Polvos Azules,  las  torres  de   San  Borja,   las  torres  de San isidro,   ni sólo hablan sino gritan miles de mensajes, que los críticos no pueden  dejar de lado, y menos aun los arquitectos. 

En síntesis, falta integrar la arquitectura a la crítica de las expresiones artísticas que se realizan en nuestro medio; asimismo, falta incentivar la   labor de difusión e investigación que realizan los arquitectos y los estudiantes de arquitectura.

 

 

II. LOS CLAMORES DE LA BIENAL

El primer premio, el Hexágono de Oro, fue otorgado a la Sede de la Sucur­sal del Banco Agrario del Cuzco, proyectada por los Arquitectos Frederick Cooper, Antonio Graña y Eugenio Nicolini.  En este proyecto se utilizaron elementos hispánicos y pre-hispánicos, como es el caso del ingreso totalmen­te reconstruido con las piedras que se encontraron en el mismo lugar y   que pertenecieron a una antigua casona cuzqueña.  Igualmente, se utilizó como motivo central del patio interior del Banco una pileta de formas más bien hispánicas.  Espacialmente el Banco se estructura a partir del referido pa­tio central alrededor del cual se ubican los distintos ambientes. En sínte­sis, son tres los elementos básicos que definen la estructura espacial y formal del Banco ganador: portada de ingreso de piedra, pileta en patio central y volumetría de casona cuzqueña.

Con condicionantes sumamente distintas, pero manteniendo este criterio   de adecuación al medio, Augusto Ortiz de Zevallos ganó el primer premio en el campo dé vivienda unifamiliar con su CASA DE PIEDRA Y CAÑA. El premio fue compartido con el proyecto de una casa en San Isidro del   Arq. Juvenal Baracco, de cuya arquitectura nos ocuparemos más adelante.

En la falda de un inmenso cerro de piedra, en las proximidades de Lima, AOZ proyectó su Casa de Piedra y Caña siguiendo la marcada pendiente de cerro. Interiormente el espacio se ordena según una columna vertebral constituída por una escalera lineal, iluminada cenitalmente, que se va adecuando al cerro y de cuya gradiente van surgiendo pasadizos a ambos lados que conducen a los rústicos ambientes internos de la casa de piedra y caña.  El  uso  que hace AOZ de la caña en los techos, se basa claramente en el principio de techado de la arquitectura pre-hispánica costeña, como es el caso de Puruchuco y otros asentamientos similares. Se puede concluir entonces en que el premio más Importante, el hexágono de oro, y el premio a la mejor casa (compartido) han sido otorgados a una arquitectura que se adecua al medio y que de distintas maneras hacen uso de elementos y técnicas constructivas hispánicos y pre-hispánicos   (o como diría una amiga arqueóloga, incaicos y post-Incaicos). Este hecho estaría entonces indicando una clara valoración de una arquitectura   que toma referentes históricos por parte de los arquitectos. Asimismo, la  in­tegración de elementos autóctonos a la arquitectura moderna que se  hace hoy en día, nos remite inmediatamente a aquellos períodos de la historia de nuestra arquitectura en los que se polemizó, experimentó y construyó la arquitectura denominada NEO-INCA y NEO-COLONIAL. Recordemos las experiencias del escultor español Manuel Piqueras Cotolí, hacia los años 30, en la búsqueda de una arquitectura mestiza.