LA V BIENAL DE LOS ARQUITECTOS

(Artículo publicado en la Revista “DEBATE”, Nº 24, Lima, Diciembre de 1983. El CAP lo publica con autorización expresa del Editor y del autor.)

POR: LUIS RODRÍGUEZ COBOS

 

A diez años aproximadamente de haberse iniciado las Bienales de Arquitectura organizadas por el Colegio de Arquitectos del Perú,  la última de ella, que acaba de concluir, mostró claramente las orientaciones que viene tomando -en términos de tendencias y estilos - la arquitectura que se construye, se instruye, se celebra y se padece hoy en día en el Perú.

 Las reglas sor simples: todos los arquitectos que desean participar   presentan una selección de sus trabajos de los últimos años de labor ante jurados nominados por el C.A.P., los cuales seleccionan a los proyectos ganadores  en cada área (arquitectura, urbanismo, investigación, restauración, etc.) y los proyectos que ameritan ser expuestos en la Bienal. También se presentan en un  área específica los proyectos de los estudiantes de las distintas facultades de arquitectura del país. Esta última Bienal,  así como la anterior, tuvieron como escenario las salas de exposiciones y auditorio de Petro Perú, ya que du­rante la exposición de los proyectos se llevan a cabo distintas conferencias sobre temas afines a la disciplina.

A diferencia de una exposición de pintura, los arquitectos con sus   dibujos, planos y maquetas, prácticamente no dejan ninguna pared ni panel sin   ser cubiertos por gráficos y textos explicativos.  Todo queda absolutamente forrado de planos.

Un discurso sobre las posibilidades de intervención de los arquitectos en la Selva (para reconstruir El Dorado?) o cargo del Arq. Fernando Belaunde Terry inauguró la V Bienal. A continuación se abrieron las puertas de la gran sala y empezaron a desfilar ante las láminas exhibidas, grupos nutridos de entusiastas que no mermaron hasta la última hora, en un despliegue de interés al que estábamos poco acostumbrados los viejos habitúes de las Bienales y de la arquitectura.

 

La Bienal solo duró cinco días (del Lunes 21 al Viernes 25 de Noviembre) el último de los cuales fue el día de la premiación, en el que coincidie­ron el Arq. Eduardo Orrego Villacorta, alcalde de Lima y el Dr. Alfonso Barrantes Lingán, nuevo alcalde, preocupados por lo suerte de sus feudos.

Cinco días observando dibujos a escalas 1/20, 1/50, 1/100, 1/200, 1/500, 1/1,000, 1/2,000, 1/200,000, cargados de técnica de formas, de estéticas, de colores, de sueños también, y porqué no de gracia e ironía. Cinco días de conversaciones, conferencias, charlas y una actividad intensa   de los estudiantes, profesores, arquitectos, y sobre todo de los organizadores. Edificios, casas, bancos, escuelas, gimnasios, hoteles, iglesias, hospitales, ciudades universitarias, ciudades enteras, constituían el corpus de la   ex­posición, ¿cómo explicar ese conjunto de formas? ¿cómo dar una idea de las distintas opciones constructivas y estéticas de los arquitectos peruanos? ¿hay una búsqueda de una arquitectura peruana? ¿se está haciendo ar­quitectura moderna tal como la propusieron sus creadores?, ¿cómo se explica el panorama urbanístico de San Borja en el que se combinan arcos, círculos, techos inclinados de tejas, puertas apolilladas y rejas de hierro forjado con formas de aviones, radios y aparatos eléctricos, produciendo un conjunto sumamente cargado y denso de formas y colores? ¿estamos vi­viendo un período barroco en el peor sentido? ¿cuál es la intención de los arquitectos respecto a las ciudades?

Responder a estas preguntas, entre otras, requiere una evaluación sistemáti­ca de lo presentado en la Bienal.  Sin embargo, a manera de avance, tra­zaremos algunas líneas de interpretación que seguramente ayudarán a enfrentar una tarea de crítica en detalle a lo expuesto recientemente por los arquitectos.