n la primera parte de esta serie de artículos que hemos  iniciado sobre la arquitectura griega, pudimos comprobar gracias a Euclides (365-275 a.C. aprox.), que el concepto de PUNTO como intersección de dos rectas es falso. Citando la primera definición, referida al concepto de PUNTO, del Libro I de su famo­sa obra “Elementos”, que a la letra dice “PUNTO ES LO QUE NO TIENE PARTES”,¹ Euclides nos transportó a jugar geométricamente con la utopía. Acompañaron a esta demostra­ción un conjunto de dibujos que hiciéramos del Partenón, el templo más importante de la Acrópolis de Atenas, edificado en honor de la Diosa Atenea, así como algunas fotografías.

II. PUNTO Y RAYA

Es evidente que el concepto de PUNTO de Euclides, si bien parte de la Geometría, se mueve en un nivel de abstracción que ingresa (no colinda) al campo de la filosofía. Y es ahí donde el tema se pone peligroso y con­firma nuestro fundado temor de que escribir sobre Grecia es más difícil que ir a Grecia, por tanto al igual que en la oportunidad anterior invocamos la protección de la Diosa Atenea, Diosa de la sabiduría y de la guerra, protec­tora de las ciencias y de las artes. queremos hacer una acotación adicional. Si bien una línea recta está constituida  por puntos ²   y cada uno de estos no tiene parte alguna, necesariamente se deduce que cada punto se halla respecto al otro en una Sobre el concepto de PUNTO al otro en una posición TANGENTE, es decir, unidos unos a otros sin superponerse ni intersectarse, pues cada punto es absolutamente autónomo, en rela­ción a tos demás puntos

de !a línea recta o de cualquier otra figura. En consecuencia aquella extraña idea de que un punto es la intersección de dos rectas caería mas al fondo aún, pues dos rectas que se intersectan lo hacen tangentemente a través de un punto perteneciente a cada una. Un estado tangente no crea nuevos puntos, lo tangencial es una relación entre figuras, un modo de encontrarse que tienen las líneas, los planos y los sólidos, todos formados por una cantidad finita o infinita de puntos.

La Diosa Atenea, en cuya mano izquierda sostiene una serpiente. Diosa de la sabiduría y de la guerra, protectora de las ciencias y las artes.