Un Arquitecto y Una Obra

 

EL PUNTO CERO

POR: LUIS RODRÍGUEZ COBOS

 

teniences, no voy a hacer una defensa en provecho propio ... sino en el vues­tro, para que no pequéis contra los dioses al condenarme, pues soy un don suyo para vosotros. Porque si me matáis no encontra­réis fácilmente otro parecido, y soy, si se me permite la expresión un poco ridícula, como una espe­cie de tábano, dado por Dios a la ciudad; y la ciudad es un corcel grande y noble, tardío en sus mo­vimientos debido a su propio ta­maño, que requiere ser estimula­do.

Soy ese tábano que Dios ha unido a la ciudad, para que durante to­do el día y en todas partes me agarre a vosotros, para excitaros, persuadiros e importunaros. No encontraréis fácilmente otro hom­bre como yo, y por lo tanto, si decidís hacerme caso, salvadme". 1

I . Ir a Grecia es una experiencia peligrosa. Escribo por tanto, el presente artículo frente a la Diosa Atenea, quien sostiene en su mano izquierda una serpiente, y a quien los griegos dedicaron el templo más importante de la Acrópolis de Atenas: El Partenón.

Mirando durante toda una no­che y todo un día, desde la cu­bierta de un barco llamado “Expresso Grecia”, el horizonte azul marino del Mar Adriático y lue­go los infinitos del Mar Jónico, pensé en todo. Pensé también en el Arq. Héctor Velarde, quien ya estaría advirtiéndome a estas altu­ras que escribir sobre Grecia es más peligroso que ir a Grecia, o repitiéndome a la primera metida de pata su ya famosa frase:

“ ... para qué te metes ...”. Ahí vamos, no obstante.

Debo confesar, antes de princi­piar mi extenso relato, que en es­ta primera entrega sólo pretendo discutir un aspecto relacionado con el concepto de Punto, toman­do como referencia el famoso trabajo de Euclides titulado “Ele­mentos de Geometría”2.

 

Y, de otro lado, mostrarles algunas fo­tografías y dibujos que realizára­mos durante las 80 o quizás 90 vueltas que diéramos alrededor del Partenón, en  lo alto de la Acrópolis.

II. Sobre el Concepto de Punto

Es muy difundida la idea de que un Punto - geométricamente hablando - es la intersección de dos (2) rectas. Pues bien: no es así; a pesar de que lo repitan insistente­mente muchos textos de matemá­ticas que se distribuyen en los co­legios de secundaria del mundo. Desarrollaremos nuestra argumen­tación sistemáticamente.

1. HIPÓTESIS: El concepto de punto como resultado de la intersección de dos rectas, es falso.

2. DEMOSTRACIÓN:

Argumento 1° No se puede de­finir un concepto en función de su propia definición. Es decir, no se puede utilizar el concepto de recta para definir lo que es punto. Recta es un concepto posterior al concepto de punto. Muy poste­rior, porque, antes aún, hay que definir lo que es línea. Del mis­mo modo, no se podría definir lo que es línea recta o línea curva si antes no se ha definido lo que es línea. Obviamente, al hacer estas proposiciones no estamos movien­do -o quizás vagando- por el mun­do de los llamados niveles de abs­tracción en los que se presenta la ciencia, sin embargo en esta pri­mera argumentación sólo quere­mos señalar que el concepto de punto como resultado de la intersección de dos rectas es tautológico.