uando
comenzaron a erigirse en en Lima las primeras edificacion ciones de
arquitectura moder - na, en las décadas del 40 y 50, estos volúmenes
pioneros y solitarios fueron vistos en aquel entonces con cierta
extrañeza, frialdad, recelo y hasta malestar por los limeños
acostumbrados a pasear tranquila y cómodamente entre balcones
tallados, portales, arquerías y bancas republicanas.
Hacía su debut el estilo moderno, en un escenario dominado por una
arquitectura que evocaba lo colonial, que auténticamente lo era, o que
imitaba estilos históricos diversos de arquitectura europea. Y como
recién aparecía, lo hizo en forma inocente, sin mayores pecados ni
delitos formales como ocurre hoy en día. Se presentó joven aún y por
supuesto
tímido, no
sin razón, pues tenía en frente y a los costados
acompañantes cargados. para no decir
pertrechados,
de ornamentos barrocos, rococós, neoclásicos y otros,
interpretados en quincha, yeso y piedra.
El
joven estilo moderno, con sus volúmenes limpios, ventanas cuadradas
sin molduras, puertas sin portadas, fue rápidamente bautizado sin
pudor ni compasión con muchos nombres. Lo llamaron estilo almacén,
estilo cajón, estilo desnudo, estilo cubo, entre otros. El moderno
aprendió, por tanto, desde un principio, que se encontraba en un medio
difícil y comprobaría más adelante que no sólo le era hostil sino
también cruel y sanguinario. No obstante, se presentó y trató de
sobrevivir, adaptándose adulterándose sin querer, mimetizándose y
hasta escondiéndose. Y aún hoy a más de cuarenta años de la
pequeña. |
historia gráfica que contaremos, trata de habitar entre
nosotros, es
decir, en el reino del tacu-tacu, Trampolín a la Fama, el estilo
Giácomo Cánepa, los techos a dos aguas cubiertos con tejas, los
muranos, azulejos y ruedas de carroza que nunca existieron. Pregunta:
¿es posible la convivencia del ceviche mixto como potaje nacional con
la arquitectura moderna? ¿son tal para cual? En el reino del tacu-tacu
montado ¿es la arquitectura moderna un contrasentido? Y los
innumerables intentos de conciliar ceviche mixto, tejas a dos aguas
y arquitectura moderna, ¿no son acaso una horrenda hibridación
contranatura que denominamos estilo "ColonialModerno" y que produce
pánico y dislexia visual crónica? Es mejor ser modestos y decir que
arquitectura moderna y ceviche mixto no se llevan muy bien y nada más,
sin profundizar en el por qué pues corremos el peligro de arribar a
Macondo, a la misma casa de Aureliano Buendía, quien nos preguntará
con un látigo en la mano sobre el por qué de esa estúpida
|
preocupación por querer hacer cubos blancos con ventanas cuadradas si
todos viven felices con sus techos cubiertos con tejas y sus puertas
antiguas apolilladas.
He
aquí el dilema que les entregamos. Mientras tanto, contaremos la
pequeña historia gráfica de arquitectura suspenso ocurrida en Lima.
Hace varios años.
Acto Uno (Dibujo I y Foto I)
El
Arqto. Fernando Belaúnde Terry, con registro profesional del Colegio
de Arquitectos del Perú Nº 131, diseña, cuando corrían los años 40, un
edificio para albergar un almacén de exhibición-venta de automóviles y
las oficinas administrativas de la firma Ferrand Hermanos S.A. El
terreno estaba ubicado en la Av. Wilson, hoy Inca Garcilazo de la
Vega, a una cuadra de la Colmena. |